De nuevo hemos empezado a trabajar la inteligencia emocional con los alumnos de 1º y 2º de ESO.
En Primero ha sido curioso porque algunos me conocían de cursos pasados y otros me miraban un poco como a un bicho raro, pero las actividades son divertidas, diferentes a cuanto hacen en la mayoría de las sesiones y eso favorece su participación.
Es importante ponerse en el lugar del otro y entender lo que ve para podernos sentar y comunicarnos. Para que no existan dos monólogos, sino un auténtico diálogo.
Con Segundo he disfrutado mucho, muchísimo. Me ha sorprendido mucho ver por primera vez que los alumnos recuerdan todas las actividades que hicieron el curso pasado. Siempre hay alguna que falla, que no se interpreta bien, que se olvida.
Este año promete ser muy interesante con este grupo de alumnos y alumnas que han entendido y recuerdan, todo lo trabajado, me parece un reto y una gran responsabilidad continuar con ellos.
Invito a todos los padres y madres a que pregunten a sus hijas e hijos sobre lo trabajado en las tutorías y reflexionen con ellos.
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